jueves, 30 de enero de 2014

Estancias y Praderas - Lo que aprendí...


Cuando un amigo me encargó que le pintara su campo, me di cuenta de lo que se venía. Todo fue una historia que se fue gestando de apoco; fui muchas veces a su establecimiento y lo recorrí palmo a palmo. Me di cuenta que había tres aspectos fundamentales que aprender:

  1. El amor al lugar.
  2. El cuidado de la flora y la fauna; la forma de producir respetando la tierra y protegiéndola para futuras generaciones.
  3. El amor a su gente y a su familia


Sin estas referencias no podría haber contado estas historias de las estancias que vinieron después. Aprendí a respetar más a las personas que trabajan, cuidan y conviven con la naturaleza. Aprendí que desde el yuyo más insignificante, hasta el animal más grande, son mucho más que eso, son la esencia de la vida misma.
El hombre trabajando en comunión con Dios.
Hoy voy en la quinta estancia y todas poseen estas características que son la que coinciden con las anteriores y yo me he convertido en el medio para contar las historias