jueves, 30 de octubre de 2014

Nota de CULTIVARTE


PINTANDO SU HISTORIA, ENTREVISTA AL ARTISTA PLÁSTICO MARIO GIACOYA

 
Mario Giacoya nació 1951 en Sarandí Grande, Florida. De 1971 a 1973 estudió en el taller de Daymán Antúnez. Ya radicado en Montevideo, estudia luego en el taller Miguel Ángel Pareja (Galería Aramayo) y en 1985 en el Taller Salguero (Doro Salguero de la Hanty).
Desde 1964 a nuestros días realiza exposiciones por todo el país, así como en el exterior, por ejemplo Miami, Washington y Carolina del Norte (EEUU), San Pablo (Brasil), Asunción (Paraguay).
Desde 1986 lleva adelante tareas docentes tanto aquí como en Paraguay. Sus obras se encuentran en varios de los museos de nuestro país, y también están en colecciones privadas en Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, Chile, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, España, Italia, India, Hong Kong, China, Japón, Malasia, Colombia, Ecuador, Puerto Rico, Panamá.
Lo entrevistamos para nuestro ciclo Plásticos de esos que ves por ahí, y nos deja profundas reflexiones de su trabajo y su significado, sus técnicas, y sus proyectos, pero también de las artes plásticas en general, dando cuenta de que no es solamente un hacedor sino un lector y un estudioso de su disciplina.

“Creo que el arte contemporáneo, a veces confunde a la gente porque es un arte que va dirigido al interior de cada persona y es susceptible de que cada uno que lo contemple, saque sus propias conclusiones y se entrevere lo que quiso decir el artista con lo que ve el espectador”


-¿Cuándo empezaste en el arte?
-Desde niño, tenía inclinaciones artísticas. Con el tiempo me fui dando cuenta. Siempre pinté con dos objetivos, uno porque me gustaba y otro porque era parte de la terapia motriz que me mandaban a hacer, porque cuando llegué al mundo, lo hice con “defectos de fábrica” que hasta hoy me acompañan y a través de mi infancia, fui muy estimulado por mi familia.
-¿Qué intentan exteriorizar tus obras? ¿Qué te interesa que generen en el espectador?
-Un artista es un contador de su propia historia y la historia hay que contarlas según las reglas universales del arte. Buscamos un pretexto que es el tema, y del tema hay que ser un gran conocedor, saber hasta lo máximo que se pueda de él. Una vez que conocemos eso, tenemos que convertirlo en poesía para que el espectador disfrute de la obra.
-¿Cuánto hay de pensado y de espontáneo en tus obras? ¿Cómo crees que influye o puede incidir el tiempo para con tus creaciones?
-Sr. Periodista, esa es un pregunta muy inteligente! Y lo felicito que me la haya hecho. No podría contestar esta pregunta si no hubiese estudiado con maestros de artes plásticas; si no hubiese tenido literatura a mi alcance para informarme, para saber qué paso y qué pasa en el mundo del arte porque todo influye en el resultado. Lo pensado y lo espontáneo va junto. Lo espontáneo surge porque a veces uno resuelve un problema con soltura, sin darse cuenta y eso después se vuelve pensado porque uno mismo lo analiza.
-¿Cuánto hay de independencia en cada obra y cuánto de relación con la anterior y la siguiente?
-Volvemos al principio de la historia de uno; todo tiene que ser sucesivo…es una sucesión de hechos que uno va pasando por la vida y la más de las veces uno es inconsciente, pero te van dando una experiencia práctica. Esa experiencia es la que va formando la idea de lo que uno quiere realizar pero aclaremos que en arte, se hace lo que se puede y no lo que se quiere.
-¿Con qué herramientas, materiales y temáticas trabajas más y por qué las eliges para trabajar? ¿Tienes una medida estándar para trabajar? ¿Sobre qué superficie te gusta trabajar?
-Sobre las herramientas elegí el pincel o en algunas pocas ocasiones el collage, pero he investigado sobre, collage, carbonilla, acuarela, témpera, texturas con distintos materiales, con el óleo, con el acrílico y por este último me he inclinado. La tela como soporte o el papel en algunas veces, han sido mis aliados para expresarme. La temática es lo que yo más conozco, el hombre trabajando en el campo y como resultado le hago un homenaje a la madre tierra que nos da el pan de cada día. Me encantan los grandes formatos y es lo que más hago, pero trabajo desde lo más pequeño hasta los murales. Entre unos y otros solo cambia el tamaño de los pinceles.
-¿Se puede vivir del arte en Uruguay?
-Sí, pero hay que tener estilo propio, hay que tener un gran sentido de empresa cultural, hay que ser flexible a las opiniones y las sugerencias, porque de ahí uno saca las conclusiones. Es muy difícil que si uno no tiene esas características, ya sea en Uruguay o en cualquier parte del mundo, pueda vivir del arte.
-¿Crees que en el arte contemporáneo todo es válido?
-El arte contemporáneo en sus tres corrientes más de moda como las performance, las instalaciones o el arte conceptual, son propuestas que se prestan para improvisaciones, cuando digo propuestas que se prestan para improvisaciones, no quiero decir que todo no es válido…es válido aquello que se manifieste por grandes artistas de gran sensibilidad. Creo que el arte contemporáneo, a veces confunde a la gente porque es un arte que va dirigido al interior de cada persona y es susceptible de que cada uno que lo contemple, saque sus propias conclusiones y se entrevere lo que quiso decir el artista con lo que ve el espectador. Para eso, lo interesante es contar con críticos que formen y no que informen, con críticos que no quieran ser estrellas sino obreros de la cultura. Nuestros referentes han sido los críticos de arte y ellos son los que tienen la obligación de formas y no de clasificar.
-¿Cuál es tu opinión de la escena local en cuanto a las Artes Visuales?
-Desde cincuenta años atrás el arte uruguayo ha mostrado una trayectoria, dos corrientes muy firmes filosóficas que los sostienen y que son: la escuela de Torres García y la de Miguel Ángel Pareja. En esos dos pilares se ha fundamentado la historia del arte contemporáneo uruguayo. Como verá estoy hablando de gente que estudió, que investigó, que vivieron para sus alumnos porque formaron, educaron, pensaron. Hoy en día me parece que se ha perdido un poco la idea de formar, de educar, y de trabajar, o de “sudar” como decía Picasso, de pensar con un criterio plástico. Son tiempos de cambio, tiempos de tecnología y ya veremos qué se descarta y qué queda.
Por ejemplo, cuando hablamos de descartar, no hablamos de los que no trascendieron sino de los que trascendieron, un ejemplo claro es el impresionismo que dejó un número insignificante para los que lo hacían en la época, otro ejemplo es el Renacimiento italiano del que quedaron unos pocos referentes de esa época. Así va a pasar con el arte contemporáneo a su debido tiempo.
-¿Cómo ves la crítica cultural en nuestro país y en América del Sur?
-Tanto en Uruguay como en América del Sur, hemos tenido, tenemos y tendremos, grandes referentes en todas las disciplinas de las artes, bailarines, como Julio Boca, escritores como el recientemente fallecido García Márquez o el poeta Mario Benedetti, o el actor Alberto Candó, o el humorista Julio César Castro, o Luis Landricina, o Les Luthiers, por nombrar algunos. Todos ellos son coherentes en lo que transmiten y en Sud América hay ejemplos de sobra de esas corrientes. Sud América ha sido quien ha renovado las artes en el mundo occidental. Nos ha sacado del estancamiento con sus propuestas.
Los críticos han hecho referencia a estos maestros, nos han ayudado a entenderlos mejor.
-¿Cuál es la relación del artista con las galerías y museos? ¿Qué harías para mejorar la relación artista – galería de arte – público?
-Este es un punto clave en la historia del arte contemporáneo, la relación artista-galerista-público. El del medio es que pone y ocupa el lugar del artista. Es el que hace conocer el artista al público y lo entusiasma a adquirir su trabajo. Es la punta más importante. Si no se respeta esto los artistas no salen al mundo. El artista – el galerista y el público son el equipo fundamental para que el arte se desarrolle. Cuando digo equipo hablo de comunión y relación profesional entre el artista – galerista – público. Si no hay galería no hay referencia. En este país ha hecho mucho daño las casas de remate, que se especializan en vender arte, cuando ese trabajo lo tendría que hacer la galería o por lo menos ser el referente de los artistas vivos. Las galerías y las casas de remate, tendrían que estar más intercomunicadas entre ellos para que la cotización que marca las galerías sea la referencia del rematador.
El museo es el templo de la cultura plástica. Como tal debe ser respetado. Es la única institución que nos puede acercar la historia del arte y la importancia esta en quien la dirija. Hablamos de Uruguay y yo no he visto como en el pasado que nos acercaron la historia del arte universal. Hoy en día el templo de la cultura tiene una deuda con las generaciones jóvenes y es esa.
-¿Cuáles son tus referentes artísticos?
-Son Miguel Ángel Pareja, Day Man Antúnez, Tola Invernizzi, Espínola Gómez, Clarel Neme, Ilda López, en literatura Vargas Llosa, García Márquez, Mario Benedetti y Eduardo Galeano. Estos maestros me han enseñado a pensar mediante la discusión leyendo o viendo sus obras, dado que a casi todos los he conocido personalmente. Todos fueron referentes mío.
Hace un tiempo, cuando vivía Tola Invernizzi, me seguía casi en secreto, me dejaba esquelitas diciéndome tal cuadro me gustó y por qué y si no le gustó lo mismo. Todavía lo extraño mucho.
-¿De qué manera das a conocer tu obra al mundo? ¿Generas vínculos con agentes culturales en el exterior para hacer circular tus obras?
-Gracias a la tecnología de la que hablé. El mundo está en tu bolsillo y podes estar conectado con un gran público de todo el mundo, simplemente con un blog y trabajando con constancia. Lo más importante en la difusión de la obra, es la obra misma cuando se va a colecciones privadas o públicas porque ahí es cuando empieza a sostenerse el artista, lo demás ayuda a que lo conozca, pero a valorar, a quererlo y a adquirirlo, pasa por estar en los centros de arte y en las galería especializadas en el rubro.
-¿Crees que el público uruguayo sabe apreciar y consumir arte?
-Sí, hace algunos años escuché a Susana Ramallo cuando tenía su galería de arte, decir que ella veía con buenos ojos a aquellos que compraban sus láminas para decorar su casa porque era el principio, el primer paso de acercamiento al arte. Después compraban el primer original del cuadro que les gustaba y luego seguían. Pero en este país existen casi museos de arte en forma privada, y no uno, sino cientos de coleccionistas, que han elegido el arte como parte de su vida, conviviendo las 24 horas del día con las obras de los maestros.
Con la historia del arte aprendida en el liceo o más específicamente en la escuela cuando nos hacían dibujar nos estaban sensibilizando. Es un camino que hay que seguir profundizando, se ven ríos de tinta en violencia y pocas letras en arte…¿qué nos está pasando?
-¿Qué opiniones te merece el arte y las redes sociales?
-Lo he mencionado al pasar, pero creo que es de suma importancia, la cadena que se forma a través de una red social. El poder de difusión y de convocatoria es mucho más grande de lo que uno se imagina. Yo me he llevado sorpresas enormes cuando veo de dónde me miran, de dónde me siguen y de hacia dónde van no sé, no me lo imagino. Pero el mundo del arte sin las redes sociales sería mucho más difícil de hacer conocer al artista.
-¿En qué proyectos trabajas actualmente?
-El proyecto que estoy tratando de sacar adelante es el de “Estancias y Praderas de Florida”. Contar las grandes transformaciones del campo en los últimos quince años porque me ha impresionado la forma de trabajar moderna, eficaz y eficiente con tecnología y conocimiento, cuidando la ecología y la naturaleza. Los gobernantes dictando normas para que se respete y se conserven los suelos. Esto ha pasado en estos últimos quince a veinte años. Es un trabajo que no sé cuándo voy a terminar, pero lo he empezado a hacer.
Imagen portada: giacoya.blogspot.com

Nota publicada en : http://cooltivarte.com/portal/pintando-su-historia-entrevista-al-artista-plastico-mario-giacoya/


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