PINTANDO SU HISTORIA, ENTREVISTA AL ARTISTA PLÁSTICO MARIO GIACOYA
Mario
Giacoya nació 1951 en
Sarandí Grande, Florida. De 1971 a 1973 estudió en el taller de Daymán Antúnez.
Ya radicado en Montevideo, estudia luego en el taller Miguel Ángel Pareja
(Galería Aramayo) y en 1985 en el Taller Salguero (Doro Salguero de la Hanty).
Desde 1964 a nuestros días
realiza exposiciones por todo el país, así como en el exterior, por ejemplo
Miami, Washington y Carolina del Norte (EEUU), San Pablo (Brasil), Asunción
(Paraguay).
Desde 1986 lleva adelante
tareas docentes tanto aquí como en Paraguay. Sus obras se encuentran en varios
de los museos de nuestro país, y también están en colecciones privadas en
Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, Chile, Estados Unidos, Inglaterra,
Francia, España, Italia, India, Hong Kong, China, Japón, Malasia, Colombia,
Ecuador, Puerto Rico, Panamá.
Lo entrevistamos para nuestro
ciclo Plásticos de esos que ves por ahí, y nos deja profundas reflexiones de su
trabajo y su significado, sus técnicas, y sus proyectos, pero también de las
artes plásticas en general, dando cuenta de que no es solamente un hacedor sino
un lector y un estudioso de su disciplina.
“Creo que el arte
contemporáneo, a veces confunde a la gente porque es un arte que va dirigido al
interior de cada persona y es susceptible de que cada uno que lo contemple,
saque sus propias conclusiones y se entrevere lo que quiso decir el artista con
lo que ve el espectador”
-¿Cuándo empezaste en el arte?
-Desde niño, tenía
inclinaciones artísticas. Con el tiempo me fui dando cuenta. Siempre pinté con
dos objetivos, uno porque me gustaba y otro porque era parte de la terapia
motriz que me mandaban a hacer, porque cuando llegué al mundo, lo hice con
“defectos de fábrica” que hasta hoy me acompañan y a través de mi infancia, fui
muy estimulado por mi familia.
-¿Qué
intentan exteriorizar tus obras? ¿Qué te interesa que generen en el espectador?
-Un artista es un contador de
su propia historia y la historia hay que contarlas según las reglas universales
del arte. Buscamos un pretexto que es el tema, y del tema hay que ser un gran
conocedor, saber hasta lo máximo que se pueda de él. Una vez que conocemos eso,
tenemos que convertirlo en poesía para que el espectador disfrute de la obra.
-¿Cuánto
hay de pensado y de espontáneo en tus obras? ¿Cómo crees que influye o puede
incidir el tiempo para con tus creaciones?
-Sr. Periodista, esa es un
pregunta muy inteligente! Y lo felicito que me la haya hecho. No podría contestar
esta pregunta si no hubiese estudiado con maestros de artes plásticas; si no
hubiese tenido literatura a mi alcance para informarme, para saber qué paso y
qué pasa en el mundo del arte porque todo influye en el resultado. Lo pensado y
lo espontáneo va junto. Lo espontáneo surge porque a veces uno resuelve un
problema con soltura, sin darse cuenta y eso después se vuelve pensado porque
uno mismo lo analiza.
-¿Cuánto
hay de independencia en cada obra y cuánto de relación con la anterior y la
siguiente?
-Volvemos al principio de la
historia de uno; todo tiene que ser sucesivo…es una sucesión de hechos que uno
va pasando por la vida y la más de las veces uno es inconsciente, pero te van
dando una experiencia práctica. Esa experiencia es la que va formando la idea
de lo que uno quiere realizar pero aclaremos que en arte, se hace lo que se
puede y no lo que se quiere.
-¿Con
qué herramientas, materiales y temáticas trabajas más y por qué las eliges para
trabajar? ¿Tienes una medida estándar para trabajar? ¿Sobre qué superficie te
gusta trabajar?
-Sobre las herramientas elegí
el pincel o en algunas pocas ocasiones el collage, pero he investigado sobre,
collage, carbonilla, acuarela, témpera, texturas con distintos materiales, con
el óleo, con el acrílico y por este último me he inclinado. La tela como
soporte o el papel en algunas veces, han sido mis aliados para expresarme. La
temática es lo que yo más conozco, el hombre trabajando en el campo y como
resultado le hago un homenaje a la madre tierra que nos da el pan de cada día.
Me encantan los grandes formatos y es lo que más hago, pero trabajo desde lo
más pequeño hasta los murales. Entre unos y otros solo cambia el tamaño de los
pinceles.
-¿Se
puede vivir del arte en Uruguay?
-Sí, pero hay que tener estilo
propio, hay que tener un gran sentido de empresa cultural, hay que ser flexible
a las opiniones y las sugerencias, porque de ahí uno saca las conclusiones. Es
muy difícil que si uno no tiene esas características, ya sea en Uruguay o en
cualquier parte del mundo, pueda vivir del arte.
-¿Crees
que en el arte contemporáneo todo es válido?
-El arte contemporáneo en sus
tres corrientes más de moda como las performance, las instalaciones o el arte
conceptual, son propuestas que se prestan para improvisaciones, cuando digo
propuestas que se prestan para improvisaciones, no quiero decir que todo no es
válido…es válido aquello que se manifieste por grandes artistas de gran
sensibilidad. Creo que el arte contemporáneo, a veces confunde a la gente
porque es un arte que va dirigido al interior de cada persona y es susceptible
de que cada uno que lo contemple, saque sus propias conclusiones y se entrevere
lo que quiso decir el artista con lo que ve el espectador. Para eso, lo
interesante es contar con críticos que formen y no que informen, con críticos
que no quieran ser estrellas sino obreros de la cultura. Nuestros referentes
han sido los críticos de arte y ellos son los que tienen la obligación de
formas y no de clasificar.
-¿Cuál
es tu opinión de la escena local en cuanto a las Artes Visuales?
-Desde cincuenta años atrás el
arte uruguayo ha mostrado una trayectoria, dos corrientes muy firmes
filosóficas que los sostienen y que son: la escuela de Torres García y la de
Miguel Ángel Pareja. En esos dos pilares se ha fundamentado la historia del
arte contemporáneo uruguayo. Como verá estoy hablando de gente que estudió, que
investigó, que vivieron para sus alumnos porque formaron, educaron, pensaron.
Hoy en día me parece que se ha perdido un poco la idea de formar, de educar, y
de trabajar, o de “sudar” como decía Picasso, de pensar con un criterio plástico.
Son tiempos de cambio, tiempos de tecnología y ya veremos qué se descarta y qué
queda.
Por ejemplo, cuando hablamos de
descartar, no hablamos de los que no trascendieron sino de los que
trascendieron, un ejemplo claro es el impresionismo que dejó un número
insignificante para los que lo hacían en la época, otro ejemplo es el
Renacimiento italiano del que quedaron unos pocos referentes de esa época. Así
va a pasar con el arte contemporáneo a su debido tiempo.
-¿Cómo
ves la crítica cultural en nuestro país y en América del Sur?
-Tanto en Uruguay como en
América del Sur, hemos tenido, tenemos y tendremos, grandes referentes en todas
las disciplinas de las artes, bailarines, como Julio Boca, escritores como el
recientemente fallecido García Márquez o el poeta Mario Benedetti, o el actor
Alberto Candó, o el humorista Julio César Castro, o Luis Landricina, o Les
Luthiers, por nombrar algunos. Todos ellos son coherentes en lo que transmiten
y en Sud América hay ejemplos de sobra de esas corrientes. Sud América ha sido
quien ha renovado las artes en el mundo occidental. Nos ha sacado del
estancamiento con sus propuestas.
Los críticos han hecho
referencia a estos maestros, nos han ayudado a entenderlos mejor.
-¿Cuál
es la relación del artista con las galerías y museos? ¿Qué harías para mejorar
la relación artista – galería de arte – público?
-Este es un punto clave en la
historia del arte contemporáneo, la relación artista-galerista-público. El del
medio es que pone y ocupa el lugar del artista. Es el que hace conocer el
artista al público y lo entusiasma a adquirir su trabajo. Es la punta más
importante. Si no se respeta esto los artistas no salen al mundo. El artista –
el galerista y el público son el equipo fundamental para que el arte se
desarrolle. Cuando digo equipo hablo de comunión y relación profesional entre
el artista – galerista – público. Si no hay galería no hay referencia. En este
país ha hecho mucho daño las casas de remate, que se especializan en vender
arte, cuando ese trabajo lo tendría que hacer la galería o por lo menos ser el
referente de los artistas vivos. Las galerías y las casas de remate, tendrían
que estar más intercomunicadas entre ellos para que la cotización que marca las
galerías sea la referencia del rematador.
El museo es el templo
de la cultura plástica. Como tal debe ser respetado. Es la única institución
que nos puede acercar la historia del arte y la importancia esta en quien la
dirija. Hablamos de Uruguay y yo no he visto como en el pasado que nos
acercaron la historia del arte universal. Hoy en día el templo de la cultura
tiene una deuda con las generaciones jóvenes y es esa.
-¿Cuáles
son tus referentes artísticos?
-Son Miguel Ángel Pareja, Day
Man Antúnez, Tola Invernizzi, Espínola Gómez, Clarel Neme, Ilda López, en
literatura Vargas Llosa, García Márquez, Mario Benedetti y Eduardo Galeano.
Estos maestros me han enseñado a pensar mediante la discusión leyendo o viendo
sus obras, dado que a casi todos los he conocido personalmente. Todos fueron
referentes mío.
Hace un tiempo, cuando vivía
Tola Invernizzi, me seguía casi en secreto, me dejaba esquelitas diciéndome tal
cuadro me gustó y por qué y si no le gustó lo mismo. Todavía lo extraño mucho.
-¿De
qué manera das a conocer tu obra al mundo? ¿Generas vínculos con agentes
culturales en el exterior para hacer circular tus obras?
-Gracias a la tecnología de la
que hablé. El mundo está en tu bolsillo y podes estar conectado con un gran
público de todo el mundo, simplemente con un blog y
trabajando con constancia. Lo más importante en la difusión de la obra, es la
obra misma cuando se va a colecciones privadas o públicas porque ahí es cuando
empieza a sostenerse el artista, lo demás ayuda a que lo conozca, pero a
valorar, a quererlo y a adquirirlo, pasa por estar en los centros de arte y en
las galería especializadas en el rubro.
-¿Crees
que el público uruguayo sabe apreciar y consumir arte?
-Sí, hace algunos años escuché
a Susana Ramallo cuando tenía su galería de arte, decir que ella veía con
buenos ojos a aquellos que compraban sus láminas para decorar su casa porque
era el principio, el primer paso de acercamiento al arte. Después compraban el
primer original del cuadro que les gustaba y luego seguían. Pero en este país
existen casi museos de arte en forma privada, y no uno, sino cientos de
coleccionistas, que han elegido el arte como parte de su vida, conviviendo las
24 horas del día con las obras de los maestros.
Con la historia del arte
aprendida en el liceo o más específicamente en la escuela cuando nos hacían
dibujar nos estaban sensibilizando. Es un camino que hay que seguir
profundizando, se ven ríos de tinta en violencia y pocas letras en arte…¿qué
nos está pasando?
-¿Qué
opiniones te merece el arte y las redes sociales?
-Lo he mencionado al pasar,
pero creo que es de suma importancia, la cadena que se forma a través de una
red social. El poder de difusión y de convocatoria es mucho más grande de lo
que uno se imagina. Yo me he llevado sorpresas enormes cuando veo de dónde me
miran, de dónde me siguen y de hacia dónde van no sé, no me lo imagino. Pero el
mundo del arte sin las redes sociales sería mucho más difícil de hacer conocer
al artista.
-¿En
qué proyectos trabajas actualmente?
-El proyecto que estoy tratando
de sacar adelante es el de “Estancias y Praderas de Florida”. Contar las
grandes transformaciones del campo en los últimos quince años porque me ha
impresionado la forma de trabajar moderna, eficaz y eficiente con tecnología y
conocimiento, cuidando la ecología y la naturaleza. Los gobernantes dictando
normas para que se respete y se conserven los suelos. Esto ha pasado en estos
últimos quince a veinte años. Es un trabajo que no sé cuándo voy a terminar,
pero lo he empezado a hacer.
Imagen portada: giacoya.blogspot.com
Nota publicada en : http://cooltivarte.com/portal/pintando-su-historia-entrevista-al-artista-plastico-mario-giacoya/
No hay comentarios :
Publicar un comentario